martes, 27 de diciembre de 2011

Emprender

Que levante la mano al que se le haya pasado alguna vez por la cabeza montar un negocio, creo que casi todos los que estáis leyendo este artículo la levantaríais. Otra cosa muy distinta es si os propongo lo siguiente; que levante la mano quien puso en marcha su proyecto, me aventuro a pronosticar que solo un 20% de vosotros la levantaría.

Sin embargo tan solo hay una diferencia entre emprender y no; tomar la decisión de hacerlo.

Ciertamente no nos caracterizamos por tener una cultura emprendedora brillante, somos muy propensos a recomendar el puesto de trabajo fijo ó el puesto de trabajo fijo Deluxe; el de funcionario, y emprender se torna en una decisión muy difícil.

Nos asaltan todas las dudas:

  • ¿Será buena mi idea? No hace falta tener en una idea genial, está demostrado que la idea no garantiza el éxito del proyecto lo realmente importante es el emprendedor. Una buena idea sin un emprendedor a la altura nunca funcionará, pero una idea mediocre gestionada por un buen emprendedor será un éxito con casi toda seguridad.

  • No tengo financiación. (¡Los bancos tampoco la tienen en estos momentos!). No es necesario que te dediques “full time” al negocio puedes empezar compaginándolo con otras actividades y reinvertir los frutos.

  • Arriesgo mi empleo fijo (perdonad que sonría) ¡Empleo fijo con la que está cayendo, no se salvan ni los funcionarios!

  • Ni mi familia ni mis amigos me apoyarán. Probablemente esa afirmación sea cierta y efectivamente no te apoyarán, es más pondrán en duda tu proyecto. Hasta ese cuñado con el que solo coincides en Navidad te deleitará con sus amplios conocimientos sobre el debe y el haber, vaya como lo resumiría Cantinflas que debería haber pero no hay. Pero son útiles, te harán reflexionar sobre tu modelo de negocio.

  • Es mucho papeleo. Ese punto es fácil de resolver, ¡tenéis toda mi ayuda me dedico a eso! y os doy mi palabra de que es un escollo de poca importancia, eso sí una vez superado.

  • ¿Y si fracaso? Nos da miedo fracasar, nos aterra el que dirán, aunque no sepamos exactamente la importancia que pueda tener la opinión del vecino del tercero (yo os lo digo POCA). Tened en cuenta que la mayoría de los inversores sólo invierten si el promotor del negocio ha fracasado en otros intentos, los errores forman parte del proceso y son imprescindibles.

En mi modesta opinión para emprender lo más importante son las cualidades del propio EMPRENDEDOR y todas ellas se pueden adquirir y desarrollar, me niego a pensar que el emprendedor nace, si no las tenemos las podemos aprender y en la cantidad suficiente para gestionar nuestro propio negocio.

Por cierto, tampoco os quiero llevar a engaño, gestionar un negocio implica mucho trabajo, como bien dice el profesor Cornejo todo emprendedor tiene que dividir su jornada en dos mitades, la primera la dedicará a solucionar problemas y el otro 50% a crear nuevos problemas..y si abrimos otra tienda y si exportamos y si…

Ahora os dejo reflexionar ¿y si monto mi propio negocio?

Al final no me ha quedado espacio para exponer el tema que tenía previsto; la crisis, bueno lo dejaré para el próximo artículo.

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